Ma'alob Kuxtal / Bienestar - Obstaculos

   
 
  Inicio
  Aquí y Ahora
  Crisis y cambios
  Optimismo
  Sostenibilidad en tu vida
  2012
  Cuentos
  => Obstaculos
  => El leñador tenaz
  Contacto
  Enlaces

Obstaculos
Jorge Bucay


Voy andando por un sendero, dejo que mis pies me lleven. Mis
ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras.

En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la
mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae. Sin
saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo
encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y
mis logros.

Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que
quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser,
aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo
que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad.

Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el
sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me
importa, sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el
camino.

Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso.
Temo...dudo. Me enoja que mi meta no pueda conseguirse
fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo,
tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo
caminando. Unos metros más adelante, aparece otra zanja.
Vuelvo a tomar carrera y también la salto.

Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me
sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo.
Imposible saltarlo. Veo que a un costado hay maderas, clavos
y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir
un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en
renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses.
El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro
lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo
rodea la ciudad de mis sueños... Me siento abatido... Busco la
manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad
está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso. Me
propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire...
De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira
como si me conociera. Me sonríe con complicidad. Me
recuerdaa mí mismo... cuando era niño. Quizás por eso, me
animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos
obstáculos entre mi objetivo y yo? El niño se encoge de
hombros y me contesta:
-¿Por qué me lo preguntas a mí? Los obstáculos no estaban
antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
Han habido 2389 visitantes (3939 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis